¿Cuándo juega la selección española de féminas? Esta pregunta, que podría sonar sencilla, en realidad abre las puertas a una discusión mucho más amplia sobre el reconocimiento y la visibilidad del fútbol femenino. Es un terreno donde la pasión se mezcla con la necesidad apremiante de equidad, y donde cada fecha en el calendario no es solo un juego, sino un hito en la lucha por la igualdad de género en el deporte.
En los últimos años, el auge del fútbol femenino ha sido palpable, pero aún queda un largo camino por recorrer. La selección española de féminas se ha convertido en símbolo de empoderamiento y desafío, no solo para las jóvenes deportistas que sueñan con un balón en los pies, sino para toda una generación que aspira a cambiar la narrativa sobre lo que significa ser mujer en el ámbito deportivo. ¿No es momento de celebrar cada partido como un acto de resistencia y valentía?
En ese sentido, va más allá de simplemente preguntar sobre el calendario de juegos. Cada partido programado no es solo una oportunidad para ganar, sino una oportunidad para proporcionar visibilidad, visibilidad que desafía el status quo. La primera gran fecha a marcar en el calendario es el comienzo de las competiciones internacionales; estos eventos son cruciales pues atraen la atención global. La UEFA Women’s Euro y la Copa del Mundo Femenina son solo dos ejemplos de competencias donde España busca dejar su huella. Este año, el campeonato de la Eurocopa se celebrará en 2024, y las clasificatorias ya están en marcha. Las fechas exactas de cada partido variarán, pero lo que es cierto es que cada paso en este camino es importante.
Las clasificatorias para la Eurocopa son igualmente determinantes y cualquier aficionada o aficionado al fútbol debería estar bien informado sobre cuándo y dónde se jugarán. La pasión por el fútbol femenino está en auge y se refleja en la creciente asistencia a estos encuentros. Sin embargo, la sombra de la desigualdad sigue acechando, y la pregunta que debe latir en nuestra mente es: ¿por qué siguen recibiendo menos cobertura que sus contrapartes masculinos? Al planear asistir a un partido, o simplemente seguirlo desde casa, cada persona se convierte en parte de este movimiento.
Adentrándonos en las fechas, es importante recordar que los partidos de clasificación se llevan a cabo en diversas etapas desde el otoño hasta la primavera. En el ciclo previo, las niñas y mujeres que conforman la selección presentaron un fútbol vibrante y efectivo, por lo que es vital que todos los días en el calendario sean un recordatorio del trabajo arduo y el sacrificio detrás de cada jugadora. Un desafío podría ser planear un evento comunitario en torno a uno de estos partidos, una forma de fomentar la inclusión y el apoyo al fútbol femenino en tu propia localidad. ¿Tendrás el valor de ser parte de esta transformación?
Más allá de la Eurocopa, en 2024 también habrá competiciones amistosas que brindan la oportunidad de pulir la estrategia y el desempeño del equipo. Estos encuentros, aunque pueden parecer menos significativos, son en verdad ensayos de vital importancia para foguear a las jugadoras más jóvenes y darles la oportunidad de brillar en un escenario más amplio. La necesidad de estos juegos es apremiante, no solo desde un punto de vista deportivo, sino desde un enfoque de desarrollo personal y colectivo de las deportistas.
Sin embargo, la pregunta no se detiene en cuándo juegan; también es crucial entender cómo se están percibiendo estos juegos. La cobertura mediática continúa siendo desigual y si bien existen avances, la narrativa sigue, en muchos casos, estancada en antiguas concepciones donde lo masculino predomina. Con cada partido cubierto y cada jugadora entrevistada, se está rompiendo un poco más el silencio asfixiante que ha rodeado al fútbol femenino. Y ahí radica el verdadero desafío: ¿Podemos exigir más? ¿Podemos, como sociedad, comprometer nuestro tiempo y atención para asegurar que la historia del fútbol femenino no solo se cuente, sino que se celebre?
Es importante que todos sigamos de cerca las actividades de la selección, ya sea en las redes sociales, blogs deportivos o mediante la asistencia a partidos locales. Con cada clic en el «me gusta», cada tweet compartido y cada entrada comprada, se contribuye a una cultura de apoyo incondicional. En esta era de la información, la visibilidad tiene que ser intencionada y proactiva, no un mero subproducto. La próxima vez que te preguntes cuándo juega la selección nacional, recuerda que es mucho más que un simple dato; es un símbolo de lucha y cambio. Y te lanzo la pregunta: ¿estás dispuesta a ser parte de esta revolución en el deporte? La cancha está lista, ¡y el balón está en tu campo!